¡Ya vuelvo por aquí con otra reflexión!
La escalada es un deporte en el que cada movimiento es único, cada configuración de roca o plafón y tu cuerpo son únicas. Cierto es que hay patrones de movimiento que se repiten, pero necesitas de la capacidad de adaptarlos a una situación única concreta.
Esto viene a ser muy similar con la vida:
En la vida puedes atesorar muchas habilidades pero la verdadera magia se da cuando tienes que cogerlas y aplicarlas en una situación, con unas características y exigencias concretas.
Estamos constantemente leyendo libros, asistiendo a formaciones, teniendo ideas geniales, ¡pero hay un gran problema!
Si no aplicamos lo aprendido… no sirve de nada.
Tenemos que ser capaces de despojarnos del gorro de aprendiz, levantarnos del pupitre y empezar a escribir en la pizarra.
Tenemos que empezar a enfrentar retos.
Tenemos que empezar a fallar, ver qué ha pasado, pensar en cómo podemos mejorarlo y volver a intentarlo.
Sin rabietas, sin lamentos… la actitud es la de:
¡OTRA VEZ!
¿fallo?
¡OTRA VEZ!
Estamos en trabajos que no nos gustan, dando masajes y atendiendo a 7 pacientes la hora, pero estamos cómodos.
Estamos seguros.
Nos da miedo dar el paso hacia la fisioterapia que nos gusta y en la que creemos porque la idea del fracaso nos aplasta.
Probar una vía de escalada difícil es un sentimiento de máxima exposición.
Sabes que hay alta probabilidad de que te caigas.
O das tu máximo o no tienes opciones.
Por eso hay personas que se hacen el nudo, se echan magnesio y se suben con una sonrisa y otras que prefieren evitar tal exposición.
Y hay algo que no se te puede escapar de esta frase anterior… ¡la sonrisa!
Afrontar un reto con una actitud de mierda provoca un desenlace y un sentimiento final de mierda.
Frase en la que no dejo de pensar:
Éxito y fracaso etiquetan tu actividad de una forma que infravalora el proceso de aprendizaje.
Otra reflexión a la que no paro de darle vueltas es esta:
La pared no hace otra cosa que enseñarle a los demás el tipo de persona que eres cuando afrontas un reto.
Este tipo de retos que requieren tu 100% muestran la verdadera persona que hay en ti. ¿Te imaginas una entrevista de trabajo con un arnés y el nudo hecho?
Pero bueno… eso da para otra entrada del blog.
Ya seguiremos ahondando en este tema.
Te dejo una foto probando esto de la incomodidad y el afrontamiento de retos:
Feliz semana
Rodrigo G. Azcona